
¿Qué es Disciplina Positiva?
Muchas familias me preguntan acerca de la Disciplina Positiva, sobre todo, aquellas que acuden por primera vez a un taller. Algunas vienen pensando que esto les solucionará sus problemas o dificultades en la crianza, otras sienten desconfianza ante la palabra “disciplina”, y otras esperan que yo les de la solución. Pero ninguna de estas opciones es válida, desde el punto de vista de este modelo educativo.
Para empezar, la Disciplina Positiva pone el énfasis en la transformación del adulto y en su visión acerca de la infancia, nos invita a revisar nuestras expectativas y prejuicios. Nos ayuda a ponernos en el lugar de nuestros hijos, ayudándonos también a conectar con el/la niñ@ que fuimos, a observar cómo nos sentíamos y qué esperábamos de los adultos que nos cuidaban.
En la Disciplina Positiva, es el adulto el que ha de observarse para tener en cuenta qué transmite y cómo lo transmite. Y es a través de nuestro cambio y nuestro ejemplo, que podemos acompañar la crianza con respeto.
Se promueven valores a largo plazo, como la responsabilidad y la cooperación de niños y adultos. Es por ello, que no existen castigos ni recompensas, porque simplemente, son todo lo contrario a la responsabilidad.
A través de esta medología, se facilitan herramientas que nos ayudan a los adultos a conectar con nuestros hijos. Conexión antes que corrección. Nos ayuda a comprender, que el autocuidado es fundamental si queremos acercarnos desde la calma y el amor. Es por eso que la gestión de nuestras emociones juegan un papel importante.
La Disciplina Positiva favorece el sentimiento de pertenencia, haciéndole sentir al niño que es valioso y util, fomentando el deseo de contribuir a un bien común.
Para todo esto, se hace necesario que cada familia apueste por un cambio en el día a día en la crianza. No es un cambio que se consiga de la noche a la mañana, nos equivocaremos, pero el error es sólo una oportunidad de aprendizaje !No somos perfectos! Nos ayuda a darnos cuenta, que existe otra manera de hacer las cosas, muchos más respetuosas. Porque en la crianza, aprendemos todos.
La Disciplina Positiva no está pensada para criar a niños obedientes, está pensada para educar a adultos conscientes y responsables, empezando por nosotros 😉 . Es en definitiva, una manera de entender las relaciones, de tener en cuenta como nos gustaría ser tratados y fomentar en nosotros un espíritu de respeto. Nada más y nada menos, ¿te animas?
Puedes consultar más información, a través de la web de la Asociación de Disciplina Positiva España.